Tras tomar unos churritos
con chocolate junto a la Plaza Alta, visitamos la fortaleza árabe de
la Alcazaba, en la que vimos sus murallas, torres albarranas, adarve,
puertas en recodo, etc.
En su interior observamos el Palacio de los
Duque de Feria, construido a finales del S. XV y su precioso patio de
estilo mudéjar.
Allí está el Museo Arqueológico donde pudimos
recrearnos contemplando las piezas de nuestros antepasados de la
Prehistoria, las estelas de guerrero de la Edad de los Metales, los
peines de marfil, las estatuillas de ídolos de piedra, las
herramientas, cómo escribian en los primeros años de la Edad
Antigua con el primer alfabeto de la Península Ibérica, las aras de
los romanos y sus espléndidas estatuas, las columnas visigodas, las
curiosas lápidas de los reyes árabes del reino de Badajoz en la
Edad Media -del que ahora conmemoramos el milenio- y los escudos de
la época cristiana cuando se empieza a formar lo que hoy conocemos
como España.
Al final de la visita hicimos una ficha que llevábamos
preparada del mosaico romano de Orfeo, que está en el recibidor del
museo. Una visita que repetiremos para seguir trabajando con otras
fichas que ya hemos visto para seguir aprendiendo de cómo eran
nuestros antepasados que habitaban en nuestra tierra hace miles de
años.
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